¿Tienes actitud positiva?

Hace días escuchaba a Víctor Küppers sobre la importancia de nuestra actitud para hacer frente a los cambios, las crisis y todo lo que acontece en nuestra vida. Esto me motivó a escribir este artículo, y tomando de base lo propuesto por él e investigando un poco más, paso a compartir lo siguiente:

La actitud se define, según la RAE, como la “Disposición de ánimo manifestada de algún modo”,  lo que significa que es nuestro ánimo o nuestra disposición a cómo desarrollamos nuestras acciones, tareas y nos manejamos en nuestra vida. Esto también significa que podemos hablar de actitud positiva y actitud negativa.

Decir que una persona tiene actitud positiva significa que encontrará lo bueno en todo lo que le acontece, en todo lo que le toca vivir y en todo, sea cual sea la circunstancia, sabrá sacar una sonrisa y oportunidad en cualquier contexto. Yo lo llevo a, si tu actitud es positiva puedes sacar algo bueno de todo. 

Ahora, si eres una persona de fe, puedes tomar lo dicho por San Pablo: “para el que ama a Dios, todo le sirve para bien”, lo que significa que si confías en Dios, todo lo que te acontece tendrá un propósito mayor y bueno. 

Pero, ¿por qué es importante tener una actitud positiva? lo es porque es a partir de cómo desarrollemos nuestras acciones que lograremos tener éxito o no. Estoy segura que alguna vez te has relacionado con alguien que en todo encontraba un “pero”, o quizá una queja, o quizá a él o ella nada le salía bien. Sin embargo, a otra persona, en el mismo contexto todo le salía súper bien, estaba alegre y no encontraba muchos “peros”.

¿Quiere decir que uno tenía suerte y otro no? No, nada de eso; lo que quiere decir es que la actitud con que cada uno realizó su acción fue diferente, uno tenía la actitud negativa, por lo tanto lo más probable es que el resultado también sea negativo; el otro tomó una actitud positiva, lo que le generó un resultado positivo.

No estoy diciendo que cuando tu actitud es positiva, todo te va a resultar bien, o muy bien; lo que digo es que si tu actitud es positiva, tienes más probabilidad de tener buenos resultados y de no ser así, tu capacidad para cambiar, ajustar y mejorar será más rápido y esto generará mejores resultados. 

Küppers dice que la actitud multiplica, él lo llama “el Efecto Actitud” y se vale de esta fórmula: V= (H+C) xA, donde V = Valor, H = habilidades, C = conocimiento y A = Actitud.

Como puedes ver, en esta fórmula, la entrega de valor o el valor que generas pueden subir o bajar, ser mucho o poco, según la actitud que tengas y aquello que entregas. Y el valor, es aquello que suma al mundo y espacio en el que habitas.

Ahora, ¿Cómo tener actitud positiva?

Es la pregunta que resulta de pensar que es fácil tener actitud positiva si todo nos va bien  en la vida, pero qué sucede cuando las cosas se ponen difíciles y están cargadas de tristeza o dificultades, quizá ahí no es fácil tener una actitud positiva. 

Te responderé con una frase que me acompaña hace muchos años y se atribuye al filósofo Epíteto: “De todas las cosas del mundo, algunas dependen de nosotros y otras no”, esto significa que no podrás cambiar lo que el mundo te ofrezca, lo que acontece en él, lo que se desarrolle y el tiempo que te tocó vivir en él; pero, sí depende de tu persona el cómo reacciones a ese ofrecimiento, la actitud que tomes para vivir en el tiempo y contexto que te tocó vivir, lo que decidas hacer y cómo  proceder, eso sí depende únicamente de ti. Por eso, una persona siempre puede decidir qué actitud tomar en su vida, en sus acciones, en su trabajo y en todo lo que realice.

Eso quiere decir que siempre puedes elegir entre tomar una actitud positiva o negativa, cuál elijas depende sólo de ti.

Lo divertido y agradable de tener actitud positiva es que siempre, por difícil que parezca, será que tu mundo exterior será transformado desde ti para él. Lo coloco en este ejemplo con lentes de color. 

Alguna vez has utilizado lentes oscuros así que podrás entender claramente la idea. Cuando es un día soleado y miras con tus ojos (sea que lleves gafas transparentes) verás el día claro, iluminado, soleado, pero si te colocas unas gafas oscuras (primero color negro) verás que el sol es más bajo, menos iluminación, aparentemente hay menos rayos solares; ahora, si utilizas lentes con lunas marrones, verás el día de color “otoñal”; y si utilizas lentes con lunas rojizas, verás que el día se torna de color naranja o rojizo. 

La actitud es similar, vístete de una actitud negativa y estoy segura que si en tu zona no caen rayos, seguro que empiezan a caer. Si te vistes de una actitud positiva, el sol siempre brillará.

Lo bueno de la actitud es que puedes trabajarla y desarrollarla, ¿no te parece buenísimo?

En otros artículos seguiremos hablando de este tema, ahora te dejo para que lo reflexiones y te preguntes ¿tienes actitud positiva?

Espero te agrade este artículo; no olvides dejar tus comentarios, escribirnos y seguirnos en nuestras redes. 

Katia Lavado, CEO de Asciende Perú.

Scroll al inicio